Una de las cosas que más me ha sorprendido siempre de mi profesión es la cantidad de gente que “odia programar”. Creo que esto es debido a la extraña concepción que se tiene de este trabajo. Cuando uno habla con desarrolladores de profesión se da cuenta de que para las empresas, al menos en España, la programación es un proceso industrial más y que, muchas veces, un programador no es más que un operario de planta (mucho respeto pues en general viven mejor) con la obligación del traje y la corbata y un cartel en el que pone “consultor”.
Sin embargo, he podido leer blogs de personas que aman la programación aún después de muchos años. Por ejemplo, este verano tuve la oportunidad de leer How to became a hacker de Eric S Raymond. En ese documento se leer un completa hoja de ruta para el programador que intenta evolucionar desde la programación básica hasta la ética hacker.
Eso sí, desde el primer momento se deja claro que programar bien es algo muy difícil. De hecho, uno de los apartados más destacados del documento nos indican que en contraposición a los libros de aprenda a programar en 21 días debemos plantearnos aprender a programar en 10 años.
Por descontado que es una tarea titánica. Sin embargo, los indicios de cambio de modelo económico, indican que en los próximos años las personas deberán contar con tantas aptitudes profesionales como puedan. Y, dado que Internet y las TIC no van a perder su importancia en la vida tenga la nueva economía la forma que tenga, es muy probable que nos toque aprender a programar para no ser programados.
Dejo aquí y aquí enlazados algunos materiales que he encontrado por el camino en el último tiempo. Soy un apasionado lector, y creo que el conocimiento empieza con el aprendizaje del contexto adecuado.